Cristo de la Caída

Hermandad y Cofradía Perpetua de Jesús Nazareno de la Caída y María Santísima de Gracia y Esperanza.

Foto Juan García

FUNDACIÓN

Fue esta institución fundada en el desaparecido Convento de San Basilio Magno, de Carmelitas Descalzos, en el año 1698, para dar culto a una imagen que ya existía y que a día de hoy sigue siendo la imagen titular de esta hermandad, sin duda joya escultórica de la Semana Santa Baezana. Tras la exclaustración de 1835, la hermandad pasará al convento de Santa Catalina  y en 1869 a su actual sede canoníca, el Convento de Santa María Magdalena, de Agustinas  Recoletas. Advocación vinculada al Carmelo en sus orígenes, debido a la visión que tuvo San Juan de la Cruz ante Jesús Nazareno en el Convento de Segovia.

PROCESIÓN

La noche llega y el Señor de la Caída camina por calles estrechas, empedradas que guardan recuerdos de un pasado renacentista, acompañado por el sonido de un miserere, la emoción invade a todo aquel que lo contempla, a aquellos que han espera un año entero para pórtalo sobre sus hombros, su  mirada se va cruzando con todo aquel que por un segundo siente como Dios ha bajado a la Tierra y responde así a todo el sufrimiento.

La luz de los cirios van iluminado el camino de la calle Sacramento, el Señor se va acercando, desde los balcones intenta tocar su cruz, la gente te suplica, te ora, te admira en tu caminar hacia la Catedral y María no puede contener sus lagrimas, camina despacio, detrás, Ella que siempre dijo Si al plan de Dio, esta noche oscura la vemos con la Esperanza de poder secar tus lagrimas en la Vía Dolorosa camino de la Cruz, sus bambalinas se mueven al son de marchas procesionales que acompañan a sus costaleros en su caminar.

«Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado» (1 Pe 2,24).

PASO DE CRISTO

Excepcional imagen de Jesús Caído, presenta características propias del círculo de José de Mora, de la escuela granadina. Rareza iconográfica de presentar tallado todo el cuerpo en cuidadosa anatomía, solamente cubierto por el paño de pureza. Podemos observar al Cristo de la Caída procesionando,  algunos años vestido  con una túnica de terciopelo bordado o bien podemos contemplarlo otros años  desnudo, mostrándonos ese gran estudio anatómico del autor.

PASO DE LA VIRGEN

En 1963, se incorpora la imagen de María Santísima de Gracia y Esperanza, obra de D. Bartolomé Alvarado. La Virgen transitada por el dolor  es llevada a hombros en su estación penitencial sobre una canastilla plateada, candelabros de cola labrados  y palio bordado por las monjas agustinas de Baeza