Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza y Niño Jesús. (TRASLADO DEL NIÑO JESUS)
FUNDACION
La cofradía se erigió en 1553, siendo por tanto una de las mas antiguas de Baeza y una de las primeras hermandades de la Virgen de la Cabeza. En 1654, era una de las 68 hermandades que acudía en procesión a la romería del Cerro del Cabezo. Fue erigida en el desaparecido Convento de la Merced Calzada y pasó, tras la desamortización de 1836, al Convento de San Antonio de Padua, de Franciscanas Clarisas. De allí son las primeras referencias documentales de la presencia del Niño Jesús de Gloria.
ESTACIÓN PENITENCIAL
Alegres pasodobles, tintineo de campanas, cohetes, algarabía en las calles que van despertando a toda la ciudad, anuncian que Dios vive y la vida, viene de la mano de un niño, que alegremente va a visitar a la Virgen de la Cabeza, a su Madre. La mañana del Domingo de Resurrección, el Niño Jesús hace su tradicional traslado desde la casa de la Hermana Mayor, donde ha permanecido todo el año hasta la iglesia del Convento de San Antonio donde se reencuentra con su madre para en la tarde realizar juntos la procesión. No es una estación de penitencia al uso, es un día festivo y eso se refleja en la salida de esta cofradía, cuando los niños de Baeza se acercan a portar sobre sus hombros a este pequeño Niño Jesús, ellos lo mueven, lo bailan al ritmo de pasodobles, lo portan con júbilo. La Virgen de la Cabeza, es portada a andas por todo aquel que quiera hacerlo. A lo largo del recorrido son recibidas estas dos imágenes con lluvia de pétalos de flores y al final de la procesión es tradición que en la casa del Hermano Mayor se reparta vino dulce y bizcochos, haciendo que al Niño Jesús, popularmente se le conozca como “El Niño de los Bizcochos”
Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. (San Mateo 19, 14)
IMÁGENES TITULARES
Desaparecidas las imágenes titulares en 1936, realiza la talla actual del Niño D. Amadeo Ruiz Olmos, siendo una talla completa, procesiona vestido habitualmente con una túnica blanca y dorada, va situado en un trono-baldaquino del que cuelgan campanillas que suenan cuando los niños de la ciudad lo portan. Tanto la Virgen de la Cabeza como el Niño Jesús son unas imágenes de dulce expresión.