Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores
FUNDACIÓN
Los orígenes de esta hermandad hay que buscarlos en la antigua Cofradía de la Soledad, fundada en el desaparecido Convento de Santo Domingo. En 1812 y más adelante en 1836, por la desamortización de Mendizábal, se traslado a la Iglesia de Santa María de Gracia, filial de la Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol. Tras la pérdida de enseres de 1936, tuvo que reorganizarse y lo hace en 1942 en el Convento de la Encarnación de Carmelitas Descalzas. El Santo Entierro constituye la procesión oficial del Viernes Santo, siendo acompañado por las autoridades civiles y religiosas e insignias de las demás cofradías de la ciudad.
ESTACIÓN PENITENCIAL
El nerviosísimo de la noche se va sosegando. Suenan los golpes de campana de los capataces para anunciar que la Procesión Oficial del Viernes Santo va a comenzar su estación de penitencia desde la Santa Iglesia Catedral. La gente congregada en la Plaza de Santa María contempla como se desliza por la lonja el impresionante paso del Cristo yacente. El sonido de la parca nos llama ,toca a muerte. Las casullas negras nos indican que estamos de entierro. El cortejo funerario va acompañado de todas las autoridades de la ciudad, ¿Quién no va a ir al cortejo de su Padre? Por la Cuesta de San Felipe Neri, la procesión baja silenciosa, noche de reflexión. Momentos de intensa emoción que nos dejan huella. Nuestro Señor es cargado a los hombros de los hermanos horquilleros recorriendo con paso tranquilo las calles baezanas mientras se oyen los acordes de las marchas de la Banda de Música de Baeza. Poco a poco y cuando asoman ya las primeras horas de la madrugada, las calles se van quedando desiertas, la Catedral los espera de nuevo, un último esfuerzo para dirigir con maestría las maniobras de entrada al templo, las grandes bóvedas renacentistas del templo catedralicio, parece que nos abrazan, todo está cumplido.
“Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Corintios 15:21, 22.)
IMÁGENES TITULARES
La imagen dramática de Jesús sobre el sepulcro, con la estética inspirada en la pintura romántica sale de la mano de D. Manuel Rodríguez Delgado en 1962. Sin duda, se trata de una de las representaciones clásicas de la Pasión de Jesús. Concebida bajo un marcado cariz devocional para conseguir la conmoción de aquellos que lo observan. Realismo donde se intenta conseguir una versión serena, pero con los labios entreabiertos y la piel cetrina, obedeciendo al aspecto cadavérico, propio de Cristo muerto en el sepulcro. Nuestra Señora de los Dolores, imagen de vestir, de D. Miguel Ángel González Jurado.